El Barrio Acevedo es, quizás, uno de los sectores más emblemáticos y populares de Pergamino. Sin embargo, su sector este tiene una historia y un ritmo particular. Mientras que el núcleo fundacional se expandió hacia la plaza Almirante Brown y la calle Sarmiento, el área que hoy relevamos; delimitada por las avenidas Vélez Sarsfield, Drago, Tucumán y la calle Nicolás Repetto, surgió como la expansión natural del barrio hacia las vías del ex Ferrocarril Belgrano.
Es una zona totalmente urbanizada, con todos los servicios, pero que parece haber quedado, en el buen sentido, detenida en el tiempo. Aquí, las viviendas típicas de las décadas del 60 y 70 siguen de pie, y no es raro encontrar a vecinos que habitan la misma cuadra desde hace más de medio siglo.
Como dato de interés, varias de sus calles llevan el nombre de ciudades importantes de la Provincia de Buenos Aires, como Bahía Blanca, La Plata, Azul, Chacabuco y Avellaneda.
En el antiguo predio ferroviario de avenida Tucumán funcionan hoy dependencias municipales.
Impronta ferroviaria
Como tantos otros rincones de la ciudad analizados en esta sección, la impronta ferroviaria marca el pulso del lugar. La cercanía con las vías no es solo geográfica, sino cultural. Un claro ejemplo es la presencia del Club Tráfico's Old Boys, una institución tradicional de Pergamino íntimamente ligada a la familia ferroviaria. Su campo de deportes se ubica en este sector, funcionando como un recordatorio constante de la época de oro del riel que dio origen a este barrio.
Las calles internas del barrio son muy tranquilas. Según los vecinos, el servicio de recolección de residuos funciona correctamente.
Agua potable
A pesar de contar con cloacas, alumbrado público y red eléctrica eficiente, el barrio padece un problema histórico: la falta de presión de agua. Cuando las temperaturas suben en Pergamino, las canillas de la zona Este del barrio Acevedo empiezan a sufrir.
Carla, una vecina que dialogó extensamente con DiarioNucleo.com, reveló la solución que debió implementar para no quedarse "a pie" durante el verano: "En mi casa tuve que instalar una cisterna, se llena cuando hay buena presión y mediante una bomba elevadora, cargo el tanque. Es la única forma de tener agua todo el tiempo" manifestó. Según Carla, este es el único servicio con falencias graves, ya que el resto, como la recolección de residuos o el alumbrado, funcionan con normalidad. No obstante, lamenta que muchos vecinos que no pueden costear una cisterna pasan los meses de calor con serias dificultades.
El campo de deportes de Trafico's es uno de los predios más importantes del barrio.
Organización
El barrio es, por definición, tranquilo. Los vecinos aseguran que la convivencia es excelente y que el espíritu solidario prima en cada cuadra. Sin embargo, la geografía del sector lo vuelve un blanco para la delincuencia. Al estar rodeado de avenidas importantes como Vélez Sarsfield, Drago y Tucumán, los delincuentes encuentran vías de escape rápidas hacia cualquier punto de la ciudad.
"Hubo una época de muchos robos y asaltos" comentó Carla y agregó que "también se dieron algunos hechos de vandalismo, hubo delincuentes que destrozaron vidrios o entraron en casas abandonadas" señaló.
Las casas antiguas (una al natural y otra "reciclada") son una visión habitual en la zona Este del barrio Acevedo.
Para combatir esto, el barrio se puso en guardia y los vecinos crearon grupos de WhatsApp por cuadra para monitorear movimientos sospechosos; muchos se adhirieron al sistema municipal "Ojos en Alerta" y se instalaron cámaras, especialmente en las zonas aledañas a las avenidas. Gracias a esta organización, los hechos graves han mermado en el último año y medio, devolviendo un poco de la paz perdida.
Esquina de Vélez Sársfield y Tucumán, a la derecha se percibe el edificio de Defensores de Belgrano, otra importante institución de la zona.
Tránsito
Caminar por las calles internas como Bahía Blanca, Azul o La Plata es una experiencia placentera por su bajo tránsito, pero no exenta de riesgos. El estado de las veredas es una crítica constante: los desniveles obligan a los adultos mayores y a personas con movilidad reducida a bajar a la calzada para poder desplazarse, con el peligro que ello conlleva. Además, el pavimento en ciertos sectores muestra el paso de los años y demanda reparaciones urgentes.
La calle Nicolás Repetto es una de las arterias importantes del sector.
En cuanto al tránsito, el panorama cambia drásticamente al llegar a las avenidas. Carla fue contundente: "El tránsito es caótico en las horas pico". En la esquina de Nicolás Repetto y Tucumán, por ejemplo, señalan que el semáforo es "un adorno" para muchos conductores. A esto se suma el problema de las motos que circulan a contramano o por la vereda y los ruidos molestos de los escapes, una problemática que parece no tener freno en Pergamino.
Club de Pescadores, en calle Nicolás Repetto.
Pastizales
Otro punto de malestar son los terrenos baldíos y la zona cercana a las vías, donde los pastizales suelen crecer sin control. Los vecinos piden que las autoridades sean más estrictas con las multas a los propietarios que no mantienen sus predios, ya que esto fomenta la inseguridad y la proliferación de alimañas.
La presencia de pastizales en distintos lugares del barrio es una de las principales quejas de los vecinos.
Finalmente, hay un sentimiento agridulce respecto a la política local. Carla reflejó el sentir de muchos al señalar que, durante las elecciones, los candidatos recorren el barrio y hacen promesas que luego caen en el olvido. "Aparecen para la foto y después no los ves más", sentenció, aunque prefirió no dar nombres de partidos específicos.
Sentido de pertenencia
Pese a los baches, la falta de agua en verano y el tránsito de las avenidas, el habitante del Acevedo Este es fiel a su tierra. El barrio tuvo su gran "boom" en los 90 y desde hace 30 años se mantiene estable, sin grandes torres ni centros comerciales modernos, pero con la comodidad de tener todo a mano: desde los comercios de Vélez Sarsfield hasta la proximidad con el Centro y el Cruce.
Es difícil caminar por las veredas debido a su relieve irregular.
"No me mudaría", afirma Carla con seguridad. Y es que, en este rincón de Pergamino, la identidad, la historia ferroviaria y el saludo diario entre vecinos valen mucho más que cualquier bache en el asfalto.
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